lunes, 6 de octubre de 2014

Taxi



Viaje I - De flequillos y cogotes

Pibe, no sé si a vos te pasa lo mismo que a mi, pero las morochas de flequillo me pueden. Además me da la sensación de que son todas turras. En la calle veo un montón de esas pendejitas que están que rajan la tierra. Y es peligroso, viste, porque venís manejando y cogoteás para todos lados. Y ahora que se viene el calorcito peor... ¡Un día voy a chocar de tanto cogotear! 

Viaje II - Saliva para dormir

¿Tenés problemas para dormir? Porque en la radio hoy dijeron que eso se cura con un remedio casero muy piola: te ponés tu propia saliva en la cara en forma de cruz y listo. Pero ojo, tiene que ser la primera saliva del día. Qué loco, las cosas que uno se viene a enterar, ¿no?

Viaje III - La Cumparsita

¿Sos músico? Yo a tu edad también tocaba la guitarra, sabés. Empecé a estudiar con un profesor hasta que saqué La Cumparsita. Me la había aprendido toda, eh. Y eso que no es fácil. Meta solfear y solfear hasta que un día la toqué toda. ¿Si seguí tocando? No, después de La Cumparsita no toqué nunca más la guitarra. 







2 comentarios:

  1. Pues vea, a mí me contó una compañera cubana -sabia en el arte del buen curar- que su señora madre se había liberado de una verruga muy fea en la nariz a fuerza de untarla con saliva. La primera de la mañana, también. La verruga se fue secando hasta caerse, pluc!

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  2. Creer o reventar! Hay remedio para todo!

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